El anciano cuenta que cuando decidió dar un giro de 180 grados en su vida, se mudó a la ciudad de Los Ángeles, California. Fue entonces que Norm decidió mudarse con un compañero de habitación y fue éste quien lo llevó a una filmación de una película porno gay. Relata el exsacerdote que cuando realiza películas porno, no cobra ni un centavo por sus participaciones en filmes explícitos.
En algunas entrevistas que se le han hecho a este exsacerdote, se le ha preguntado que, si a su edad aún puede sostener relaciones sexuales, y comenta: «Tengo más vitalidad que a los 45. Es como si toda mi energía erótica estuviese concentrada ahora». Norm ha generado mucha polémica por el drástico giro que le dio a su vida.