Tres mil 700 personas están detenidas en el puerto de Yokohama, a bordo del crucero Diamond Princess. Se ha informado que hasta el momento se han encontrado 70 personas que dieron positivo en las pruebas de coronavirus. El barco se encuentra en cuarentena desde el día lunes tres de febrero, mientras tanto las personas enfermas están siendo atendidas por las instancias de salud de Japón. El resto de los pasajeros, más de tres mil 600, no puede bajar del barco, por lo que las autoridades y la empresa del crucero les están brindado internet gratuito y servicio telefónico además de alimentación y servicios de salud.
Los directivos de la empresa de cruceros han declarado «Nuestros invitados y la tripulación a bordo de ‘Diamond Princess’ ocupan en este momento toda la atención de toda nuestra organización». Asimismo, la presidenta de la operadora Princess Cruises, Jan Swartz, mediante un comunicado señaló: «Con la ayuda del Ministerio de Sanidad de Japón, el barco ha recibido medicamentos adicionales que se están clasificando y distribuyendo según la prioridad médica y urgencia».
Uno no se puede imaginar que hubiera pasado si las autoridades sanitarias de Japón no se hubieran percatado de este brote de coronavirus y hubieran dejado entrar al país a todos los infectados. En México, por cierto, jóvenes estudiantes que llegaron de China, declararon que, al llegar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, nadie los revisó.
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