Aún no se da la toma de nota del reglamento para la elección de dirigentes sindicales del SNTE en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, sin embargo, los exquisitos miembros del Comité Ejecutivo Nacional ya dan como un hecho que las renovaciones seccionales serán como ellos lo determinen. Lo cierto es que el tema ya ha sido rebasado y se ha desbordado del abanico magisterial, éste se ha tornado en un tema de agenda política, tanto así que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ya se ha pronunciado sobre el tema, conminando a las diferentes dependencias a que exhorten a los actores principales a darle entrada a la democratización en los sindicatos.
Sin embargo, el actual secretario del SNTE piensa que está viviendo los tiempos donde podían hacer de las suyas, el señor olvida que el gobierno mexicano tiene compromiso con el gobierno del norte, de darle paso a la democratización de los sindicatos, donde los propios trabajadores puedan elegir por primera vez a sus representantes laborales mediante el voto libre, secreto u universal.
El limitar los puestos de elección sindical a las vacas sagradas, a los de siempre, discriminando a los maestros nuevos, atenta contra el espíritu democratizador de la ley laboral e impide que el voto sea de carácter universal. Así que existen amplias posibilidades que el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje les niegue la toma de nota y aceptación de un reglamento chapucero, que sólo busca consolidar a una camarilla mafiosa, que sólo busca conservar sus cotos de poder y sus propios intereses.
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