Algunos analistas suponen que la juez buscó, con ayuda de los abogados de “El Lunares” (puede pagarse abogados de primer nivel), esos resquicios que hay en la ley para poder liberar a semejante criminal. De modo que, de manera sorpresiva, a pesar de las muchas evidencias y testimonios que hay en contra de Óscar Andrés “N”, la juez determinó que hay «contradicciones insuperadas e insuperables».
Otro detalle es la poca pulcritud con la que los policías de la Ciudad de México realizan sus aprehensiones. Si el ministerio público sabe que hay jueces que están de parte del crimen organizado, deberían ser lo más pulcros posibles, pues jueces como Beatriz Moguel sólo buscan un espacio para hacer un hueco gigantesco en la ley por donde ayuden a escapar a los criminales.