Andrés Manuel y la flaca memoria

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / AUNQUE DE entrada es buena la propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador de realizar cambios al calendario escolar para que las fechas históricas se conmemoren el día que corresponde, lo que eliminaría los llamados “puentes largos” y el adelanto de esos festejos a los lunes, sobre todo si se trata de recuperar la memoria histórica del País ya que actualmente los niños hablan de los puentes o días de asueto, pero desconocen la historia, el asunto no es como lo plantea el titular del Ejecutivo Federal y su arraigada costumbre de echar culpas “a los gobiernos anteriores”, ya que la iniciativa que adicionó un párrafo del artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo fue presentada –si la memoria no nos falla- el 17 de Enero del 2006 por el, entonces, diputado José del Carmen Enríquez Rosado, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (en el que militaba AMLO), y en la exposición de motivos –que no tuvo desperdicio- argumentó que el turismo es una de las alternativas que tiene nuestro País para potenciar su desarrollo (como ha quedado de manifiesto), pues en ese tiempo, hace 14 años, esa actividad representaba el 10 por ciento del Producto Interno Bruto nacional, algo que ha ido en declive ya que actualmente la actividad turística contribuye con 8.7 por ciento al PIB, lo que significa que 8.7 pesos de cada 100 provienen de ese sector, lo que demuestra que esa industria es muy importante para mantener la estabilidad económica de la nación, aunque está visto que el turismo no es, precisamente, el fuerte de AMLO, y bastan ejemplos para demostrarlo.

1.-EN ABRIL del año pasado, la Cámara de Diputados –con mayoría morenista y sus aliados- avaló con 290 votos a favor, 162 en contra y una abstención, el dictamen para desincorporar el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), como empresa de participación estatal mayoritaria, y ordenar su disolución y liquidación. La oposición criticó al Gobierno Federal culpándolo de desmantelar instituciones que han servido y que ayudaron a que México se haya colocado como el sexto destino del mundo, generando empleos y divisas, ya que hasta ese mes y año, el turismo aportaba 8.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). El CPTM fue desaparecido pese a los 22 mil millones de dólares de derrama económica que deja el turismo, y el papel fundamental que juega como la tercera generadora de ingresos del País. Con todo y esos argumentos sustentados, AMLO dijo no, y desde entonces destinos que antaño tenían ocupación al 100 por ciento se han venido a pique, afectando los ingresos del sector y, consecuentemente, la creación de empleos y la captación fiscal del propio Gobierno.

2.-OTRO DATO que pone en evidencia el desprecio de este Gobierno Federal por la industria turística es la exigencia del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para que no se construyan los proyectos RIU Riviera Cancún y Grand Island que ya cuentan con procesos de autorización Federal e, incluso, Estatal, tras sortear litigios en tribunales, situación que de acuerdo con el Gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, “atenta contra la certidumbre jurídica que es esencial para la atracción de nuevas inversiones”. Y es que los multimillonarios proyectos cuentan con la venia de dependencias federales durante el actual gobierno de López Obrador, ante lo cual consideró que deben analizarse en función de su cumplimiento con los requerimientos legales y entonces determinar su viabilidad. En suma, no hay motivos para que las obras sean suspendidas, pues se cumple con lo que la ley exige, y así lo corrobora Marisol Vanegas, secretaria de Turismo en Quintana Roo quien sostiene que los desarrollos Grand Island y RIU Riviera Cancún no tienen impedimento alguno para concluir sus obras, aunque por instrucciones oscuras quieren reacomodarlos acaso para que la Cuarta Transformación pueda vender esos terrenos al mejor postor.

3.-UN TERCER argumento de que AMLO detesta al turismo es la autorización, pese a que había prometido que no habría nuevos impuestos ni incrementos a los ya existentes, de las cuotas de peaje en carreteras de Caminos y Puentes Federales de Ingreso (que arrastrarán al resto de las concesionadas a particulares), las que a partir de este miércoles subieron 3 por ciento, de tal suerte que solo por hablar de lo que concierne al Estado, la autopista Córdoba-Veracruz aumentó de 216 pesos a 222 pesos para automóviles y para autobuses de 315 pasó a 325 pesos. Los tramos carreteros como la Córdoba-Tinaja costará a los automovilistas 114 pesos y a los autobuses 156 pesos; La Tinaja-Paso del Toro subió a 87 pesos para autos y autobuses 138 pesos; La Tinaja-Veracruz, autos 108 pesos y autobuses 169 pesos, pero donde no tienen vergüenza es en la autopista La Tinaja-Cosoleacaque que subió a 441 pesos para autos y autobuses 552 pesos; La Tinaja-Isla 229 autos 342 autobuses; La Tinaja-Cosamaloapan subió a 189 autos, 271 pesos autobuses; Isla-Cosoleacaque 212 autos, 310 pesos autobuses; Isla-Acayucan 138 autos y 190 autobuses por citar algunas, y así sucesivamente, lo que dificultará a muchas personas trasladarse por las pistas, resignándose a transitar nuevamente por carreteras libres que, por otra parte, son inseguras debido a los asaltos y secuestros (en nota aparte damos a conocer detalles de los aumentos y los efectos que eso provocará en el precio de alimentos y otras mercancías y las afectaciones al turismo).

AQUELLA VEZ, cuando se modificó el artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo a propuesta de la bancada del partido en el que militaba Andrés Manuel López Obrador –aunque su memoria es flaca-, el PRD argumentó que los lugares turísticos son uno de los espacios donde las familias descansan y conviven. La familia ha sido y seguirá siendo la base más importante de nuestra estructura social, “y México se ha caracterizado, a diferencia de la mayoría de los países con los que nos hemos asociado comercialmente, por la solidez de los lazos de unión familiar, en lo cual los días de descanso, ya sean semanales u obligatorios, constituyen una fuente de convivencia del núcleo familiar”.

POR ELLO se reformó el capítulo tercero inherente a días de Descanso de la Ley Federal del Trabajo, de tal suerte que el Artículo 74 quedó de la siguiente manera: Son días de descanso obligatorio: I. El 1o. de enero; II. El primer lunes de febrero en conmemoración del 5 de febrero; III. El tercer lunes de marzo en conmemoración del 21 de marzo; IV. El 1o. de mayo; V. El 16 de septiembre; VI. El tercer lunes de noviembre en conmemoración del 20 de noviembre; VII. El 1o. de diciembre de cada seis años, cuando corresponda a la transmisión del Poder Ejecutivo Federal; VIII. El 25 de diciembre, y IX. El que determinen las leyes federales y locales electorales, en el caso de elecciones ordinarias, para efectuar la jornada electoral. Es cierto, los niños deben conocer la historia para no repetir algunos amargos hechos en el futuro, pero la actividad turística, se quiera o no aceptar, es uno de los pivotes de la desangrada economía nacional. Así de simple. OPINA [email protected]