Todo sucedió el lunes 25 de enero. Camionetas blindadas cerraron el área, todo alrededor de la catedral. No se permitió que los fieles entraran a esa zona, sólo los invitados. ¿Y quiénes eran los invitados? Pues los sicarios del Cártel de Sinaloa y por supuesto algunos del gobierno, empresarios de la zona que no querían que los ojos de curiosos descubrieran que estaban en la boda de la hija del Chapo Guzmán.
Se dice que a la boda también asistió Ovidio Guzmán, quien hace unos meses puso en jaque no sólo a la ciudad, sino a todo el país. ¿Y quienes tocaron en la narcoboda? Calibre 50 y Julión Álvarez. La ceremonia se llevó a cabo en la catedral, pero la fiesta en Álamo Grande, propiedad del empresario sinaloense Antonio Sosa Valencia.