Si parece un pato, nada como un pato y grazna como un pato, entonces probablemente sea un pato. Si hay un consejo maiceado, donde los delgados recibieron dinero para avalar un Reglamento para renovar las directivas seccionales, entonces muy probablemente sea una tomada de pelo a los maestros y al propio presidente. Y es que resulta muy sospechoso que la camarilla de Cepeda Salas esté impidiendo hasta el momento la participación de los jubilados en la contienda electoral y, sobre todo, que hayan puesto un candado al señalar que deben tener al menos un cargo en una delegación para ser tomados en cuenta como candidatos.
Esto quiere decir que los miles de maestros que quieran participar por primera vez no lo podrán hacer, ya que el reglamento a modo de Cepeda Salas se los estará impidiendo. Claro que con un buen abogado, los maestros podrán ampararse y ganar esa partida con la mano en cintura.
Ojalá y los asesores de la Segob y gente cercana del presidente le hagan ver al Ejecutivo federal que las ambiciones desmedidas de Cepeda Salas sólo están enturbiando el clima entre el magisterio. Lo cierto es que hasta el momento resulta muy sospechoso el silencio de la CNTE, ya que el pleito hasta el momento es entre Cepeda Salas y cofradía contra la corriente elbista, que por cierto cada día cobra más fuerza en todo el país.
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