La escena de los niños armados causa tristeza e indignación, pues ellos no tienen por qué poner en juego su vida, pues para eso están las autoridades correspondientes. Los menores de seis a 15 años de edad fueron capacitados para el uso de las armas porque han visto que el gobierno no tiene la capacidad ni el interés para defender a los pueblos indígenas de los grupos delictivos.
Los 19 niños fueron armados y entrenados para combatir junto a sus padres. Dicen que ellos están para la defensa de sus familiares y para la defensa de los pueblos ante el grupo delictivo que los ha venido acosando en las 16 comunidades del territorio comunitario. En la comunidad de Alcozacán el aire tiene un olor distinto, el aire huele a muerte y desesperación.