Eran justo las 8 de la mañana del día miércoles 22 de enero cuando este docente se disponía a dar sus clases como todos los días, mas nunca pudo llegar a su aula pues en la entrada de la primaria lo llenaron de plomo.
Elementos de la Policía Estatal, así como agentes ministeriales y de la Sedena, llegaron al lugar para abrir las indagatorias, pero hasta el momento no se sabe quiénes pudieron ser los asesinos y cuál fue el motivo por el cual le arrebataron la vida. Los alumnos de la primaria señalan que era un buen maestro, todos los días les regalaba algo a quienes no llevaban para comer. «No es justo que maten a nuestros buenos maestros y la policía no sepa quien fue», señalan los alumnos
