Luis Ortiz Ramírez / Si alguien puede afirmar categóricamente que el actual secretario del SNTE la está pasando bien, entonces está viviendo en el error. La lucha por conservar el poder de la dirigencia sindical lo ha desgastado. Haciendo un poco de memoria, se recordara que este personaje entro al quite de Juan Díaz de la Torre, después de que este renunciara o lo hicieran renunciar de la secretaría del Sindicato.
Dentro de la negociación con la Segob, se había acordado que estaría solo como interino, mientras se convocaba a elecciones lo más pronto posible. Sin embargo, el señor, aconsejado por sus asesores, elimino el puesto de Presidente del SNTE, y mediante un Consejo Nacional (no Congreso), a modo, logro que lo avalaran hasta el 2024.
Sin embargo, no contaba que ya venía en camino una Ley Laboral, que le exigiría pasar por el escrutinio de las urnas. No obstante, hizo un Reglamento para Elección de Directivas Seccionales, junto con sus allegados, en un Consejo amañado, donde predomino el agandalle y conveniencia para el actual Comité Nacional.
Alfonso Cepeda, sabe que no tiene todas las de ganar, sabe que su traición por haber apoyado a la mal llamada reforma educativa, y por haberle dado la espalda al magisterio, tendrá que pagar una factura muy cara, tarde o temprano. Sabe que al ser voto secreto, y no a mano alzada, los maestros podrán votar por quienes ellos decidan sin tener que ser exhibidos o coaccionados.
Además, la figura de Delegados maiceados, habrá desaparecido. Ahora todos, incluyendo a los jubilados, podrán votar por quienes ellos determinen. Por cierto, al parecer Alfonso Cepeda olvida algo muy importante, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, no le ha renovado ni le ha dado la toma de nota, y si añadimos que este señor, tampoco ha dado a conocer el pliego petitorio a los maestros, tenga por seguro que las reglas del juego que pretende implementar, cambiaran radicalmente.
Por cierto, la presión que ha hecho Maestros por México, para que hay piso parejo, no es poca cosa, a esta petición ya se sumó la CNTE, quien en voz de uno de sus voceros también ha pedido condiciones equitativas para los que estén participando.
Es de llamar la atención el pronunciamiento del presidente López Obrador, a favor de la democratización sindical, si bien en ocasiones se le ha visto muy indiferente en lo que tiene que ver con el asunto de la renovación del SNTE, él sabe que este proceso se le puede salir de las manos. Es cierto que el ejecutivo federal debe de respetar la autonomía de los sindicatos, pero ha como están las cosas, debe conminar a los protagonistas principales, a respetar las reglas que marca la nueva Ley Laboral.
Debe de haber una mesa donde se sienten los representantes de la maestra Elba Esther Gordillo, de la misma CNTE y del propio Alfonso Cepeda, debe de haber consenso. Debe de quedar claro que si la mesa se inclina para una parte, el juego será inequitativo. En este proceso electoral, deberá de privilegiarse la voluntad de la mayoría de los maestros, gane quien gane, pero eso sí, con piso parejo y un árbitro neutral, y no como lo pretende hacer la camarilla oficialista de Alfonso Cepeda Salas. En el éxito de esta empresa titánica, mucho tendrá que ver la voluntad del de Macuspana Tabasco.
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