Que alguien le diga al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que sigue reservado su lugar para ver las elecciones internas y a los maestros votando por primera vez en urnas sin acarreos, sin amenazas, con democracia. Sin embargo, que alguien le avise que la película no es la que él se imagina, ya que sólo alcanzará a ver una copia barata que simula democracia sindical. Y es que hasta el momento el líder interino del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, se ha pasado por el arco del triunfo la Ley Laboral que tanto se cacareó en el Congreso y en el Senado.
El mismo Cepeda Salas señaló «que los procesos de renovación a partir del mes de enero (del 2020) tendrán que ser (se realizarían) en todas las secciones sindicales y, en su momento, en el Sindicato en lo general a través del voto universal, directo y secreto porque así lo establece la reforma laboral y nosotros estamos de acuerdo con esta medida».
Desde luego que el primer mandatario debe de entender que, con estas medidas, los únicos beneficiados serán los mismos integrantes del actual Comité Ejecutivo Nacional, ya que les permitirá tener el control y supervisión de las elecciones.
Además, Cepeda Salas y compañía no ha mostrado a las bases magisteriales el pliego petitorio donde se verán reflejadas las nuevas condiciones laborales, algo que señaló oportunamente el presidente esta misma semana. De manera que, si permiten que este señor se salga con la suya, tenga por seguro que los maestros no permitirán que este señor haga lo que se le hincha la gana.
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