El Seguro Popular también pregonaba gratuidad en los servicios y en medicamentos, pero nunca cumplió. El dinero se lo robaron los gobernadores, o funcionarios de segundo y tercer nivel. Nunca hubo medicamentos suficientes, tampoco hubo gratuidad completa. Los gobernadores hacían campañas de afiliación al Seguro Popular porque cada afiliado les significaba más presupuesto, más dinero para robar. Con el Instituto de Salud y Bienestar va a ser más difícil que los gobernadores roben, porque el dinero lo manejará la federación. Sin embargo, ya se darán sus mañas para obtener ganancia.
Sin embargo, sobre el tema de la gratuidad el presidente Andrés Manuel López Obrador insiste, pero los encargados de otorgar esos servicios lo desmienten. Como lo señalamos desde un principio. No pueden garantizar atención médica gratuita ni medicamentos gratuitos a todo aquel que presente su credencial de elector o su CURP, sencillamente porque a los derechohabientes no les pueden dar esos servicios.
Menos se puede garantizar esa atención y medicamentos de manera gratuita porque los hospitales en todo el país no están dotados con los médicos suficientes, instrumental y aparatos suficientes ni medicamentos suficientes para sus derechohabientes. ¿Cómo van a repartir eso que no les alcanza con los no derechohabientes? El presidente es de la idea de que «donde come uno, comen dos», pero no es cierto, donde come uno, come uno, y si llega otro, ese se come la mitad del primero.
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