Ahora la diputada Érika Ayala es la que encabeza una iniciativa para que en caso de que el gobernador de Veracruz tenga que dejar el cargo por diversas razones, quien lo sustituya sea el secretario de Gobierno. A esta ley la han llamado la “Ley Cisneros”, pues para muchos es obvio que el secretario de Gobierno, conocido en los bajos mundos como el Bola 8, sabe de la enorme posibilidad de que el gobernador Cuitláhuac García, debido a sus dislates, tenga que ser relevado tan pronto cumpla dos años en el poder.
La ramería política de Érika Ayala es más que evidente, se vende al mejor postor y presta sus atributos legislativos a aquel que le garantice impunidad y control en el Colegio de Bachilleres donde parece inamovible. ¿Y los trabajadores? Ellos le tienen miedo, con eso de que la llaman “La mujer de negro”.