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No tenía que pedir perdón el papa Francisco por regaño a una feligresa que lo jaloneó; sólo mostró que es humano

No tenía que pedir perdón el papa Francisco por regaño a una feligresa que lo jaloneó; sólo mostró que es humano FOTO: WEB

La escena recorrió el mundo. El papa Francisco saludando a los feligreses en la Plaza de San Pedro y una mujer imprudente que se lo quiso llevar para su casa le dio unos jalones que molestaron al pontífice, quien de inmediato le puso su regañada. Por supuesto, todos los que abominan a la clase católica y a sus prelados se le fueron encima al papa, quien finalmente tuvo que pedir disculpas por el hecho: “Muchas veces perdemos la paciencia, también yo.

Pido perdón por el mal ejemplo de ayer”. Pero si usted mira bien el video podrá darse cuenta que la mujer que jaloneó al papa fue grosera, imprudente y ruda.

La verdad es que el papa no se debió disculpar por el exabrupto, pues con ello sólo mostró que es humano, y esa humanidad es lo que sus fieles deberían aplaudir de él. Jorge Bergoglio llegó al Vaticano para que la figura del papa deje de ser un “tótem”, una figura inalcanzable, cargado de una santidad falsa. Mejor este papa humano, que uno santo que encubra a pederastas.