Así, varias patrullas de la Guardia Civil, según testimonios de familiares de desaparecidos, levantaron a jóvenes en las calles de las ciudades de Veracruz y nunca volvieron a aparecer; fueron ciento de jóvenes y por ello se había detenido a Roberto González, “El Teniente Meza”, por su presunta participación en la desaparición forzada; se encontraron elementos suficientes como para vincularlo a proceso.
Pero la Cuarta Transformación de Cuitláhuac García se ha mostrado magnánima con los asesinos de Javier Duarte de Ochoa. Desde que entró su gobierno liberaron a los implicados en estas desapariciones, lo hicieron de manera tan perversa que hasta a grupos de madres de desaparecidos, como son el colectivo Solecito, les taparon la boca con unos baños portátiles para que no dijeran nada sobre la libertad del presunto asesino de sus hijos. Esta vez, ante la liberación del brazo ejecutor de Bermúdez Zurita, tampoco dirán nada.