Aunque el Gran Gurú de la 4T, condene con letras mayúsculas la práctica de nepotismo, esta es una mancha que difícilmente se podrá borrar de la historia de Veracruz. Si el inexperto gobernador de Veracruz, piensa que este tema ya sido pasado por alto por la mayoría de los veracruzanos, sencillamente está viviendo en el error.
El haber colocado a su primo, Eleazar Guerrero en donde se maneja el billete, levanta suspicacias, sobre todo que, ese ejemplo varios de sus funcionarios consentidos lo siguieron al pie de la letra, colocando a sus propios familiares en puestos de relevante importancia. Y es que, en un estado que ha dado siete presidentes de la república, que se respira y se come política a todas horas, todos estos hechos no pasan desapercibidos.
La falta de resultados concretos en educación, salud y seguridad son evidentes, por tal motivo, varios analistas políticos creen que si Cuitláhuac García no da un golpe de timón en su manera de gobernar, Morena podría perder las siguientes elecciones para gobernador. Y es que siendo honestos, el hijo del profe Atanasio le debe la gubernatura al efecto Obrador, y debe de saber que en las siguientes boletas, ya no estará presente, el que es ahora presidente de México.
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