Francisco Vargas / A un año de la muerte del matrimonio Moreno Valle-Alonso, cada vez se despejan más las dudas sobre si fue un asesinato orquestado desde lo más alto del poder para quitar el obstáculo que representaba la Ex Gobernadora Martha Érika Alonso en el estado de Puebla. La ambición y avaricia de poder del actual Gobernador de Puebla Miguel Barbosa, el cual en su momento perdió y fue derrotado limpiamente en las elecciones del 2018, lo dejan al descubierto y lógicamente como principal sospechoso de ser el autor intelectual del aparente accidente que sufrieron el año pasado los Moreno Valle.
Primero, comenzando por aceptar de nuevo la candidatura de MORENA por la Gubernatura, dado que incluso antes de la campaña, él mismo había reconocido que aceptaría los resultados de la elección, a pesar de que estos no lo favorecieran, sin embargo, ya todos conocemos este desenlace, donde no sólo no acepto su derrota, si no que volvió a cobardemente competir como candidato, incluso en ausencia de la fallecida Martha Érika.
Así mismo, también se podría tomar como prueba, una entrevista en vivo en donde aparentemente por error, Barbosa reconoce que fue un “magnicidio” lo ocurrido a los Moreno Valle, a pesar de después afirmar que fue una simple equivocación, o las inaceptables declaraciones que hizo siendo ya Gobernador Electo, afirmando que él había ganado las elecciones del año pasado y se la habían robado, y fue por ello que Dios los había castigado, lo que le ocasionó que fuera objeto de infinidad de críticas, incluso por miembros de su propio partido.
Por ello es que está de más el creer las hipótesis y especulaciones sobre si su accidente fue falso, y en realidad tanto Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso huyeron del país, ya que el tomar en cuenta una afirmación como esta, sería como creer las fantasiosas hipótesis sobre una falsa muerte de Juan Gabriel, Amado Carrillo o Adolf Hitler, lo cual recae en lo absurdo y ridículo.
Es en esta época, donde reunidos con nuestros familiares y seres queridos, necesitamos reflexionar sobre el futuro de nuestro país, que clase de gobernantes y autoridades queremos y sobre todo identificar plenamente a aquellos individuos que se pasean con piel de oveja engañando y manipulando a la sociedad con el fin de únicamente satisfacer sus intereses personales, sin importar los obstáculos por los que tengan que pasar.
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