Armando Ortiz / Las cámaras de vigilancia alcanzaron a captar al embajador de México en Argentina robándose un libro, una miografía sobre Casanova, el ladrón de honras. Pero el presidente López Obrador lo justificó y hasta defendió. De Ricardo Valero, entonces embajador en Argentina dijo: «Es una persona con trayectoria limpia en política exterior, es importante que se sepa, es un diplomático de carrera, un hombre con mucha cultura». Pidió el presidente que no se hicieran “linchamientos públicos políticos” para que no se destruyera la dignidad de dicha persona. Sin embargo, el que está destruyendo su propia dignidad es el mismo Ricardo Valero, quien, todavía siendo embajador, intentó llevarse sin pagar una camiseta en un local del Duty Free en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Y no lo dicen las redes sociales, es la prensa argentina la que lo anota después de confirmar lo del robo con las fuentes judiciales. ¿Qué le pasa al señor? Ricardo Valero ya renunció señalando como causa de su renuncia “motivos de salud”. La única explicación que se puede dar a ese “motivos de salud” es que el señor se haya internado a un psiquiátrico para que le curen la cleptomanía. Y ahora qué va a decir López Obrador, ¿seguirá diciendo que a quien él designó como embajador es una persona honesta?
Ahora salen con la “rama feminista”, quitan los limones por ser machos; «Naranjas y limas, limas y manzanas, más grande es la lucha para mis hermanas»
El mensaje que emiten las feministas debería tener el propósito de buscar la empatía de los demás, tanto de varones como de mujeres para hacer de su causa, una causa compartida. Sin embargo, a veces el mensaje y el conducto no parecen de lo más adecuado. Por ejemplo, el himno que surgiera en Chile, “Un violador en tu camino” ha sido motivo de burlas por personas de varios sectores sociales y no sólo por varones, sino por mujeres que no se sienten identificadas por ese himno que a priori califica la masculinidad como un instrumento de agresión. Las burlas a ese himno deberían hacer reflexionar si el mensaje es el adecuado. Pues en Veracruz, la tierra del “Canto de la Rama”, unas feministas tuvieron la ocurrencia de salir a cantar su “Rama feminista”, un canto que para demostrar que es feminista, elimina los elementos que ellas consideran de índole masculino, como lo son los limones a los que sustituyen por manzanas: «Naranjas y limas, limas y manzanas, más grande es la lucha para mis hermanas». En medio del canto se escuchan cifras sobre la muerte de mujeres y las violaciones en su contra. En el canto las feministas afirman que han marchado, han exigido y han pintado y «no les importa siempre se han burlado» (¿no será el mensaje que está equivocado). Entre las muchas falacias que manejan algunas feministas está en hacer creer que, si uno se opone a la violencia de sus manifestaciones o a si no está de acuerdo con manifestaciones como su “Rama Feminista”, es porque está uno a favor de la violencia contra las mujeres. ¡Es falaz esa premisa! Sin embargo, volvemos a lo mismo, analicen el mensaje viendo las reacciones de los demás y sigan por ahí o corrijan.
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