Una joven de 24 años de edad quedó embarazada después de una noche loca en una discoteca; ella, después de varias copas en el antro, realizó un trío con dos hombres que conoció en el antro. Eran dos hombres desconocidos, la joven les tuvo que confesar a sus padres que estaba embarazada porque son creyentes de la Iglesia católica y muy estrictos. La joven mantuvo el secreto durante los primeros tres meses, pero al ver que su panza crecía, decidió hablarles claro a sus padres y contarles lo ocurrido
Los padres cuando se enteraron de lo que había pasado, se enojaron y la reprendieron, pues la joven aún vivía con ellos. «Estoy muy avergonzada de lo que hice, no es típico de mí y sabía que no lo iban a entender, pero he decidido afrontar el problema para recibir mi castigo o consejo», les dijo la joven.
Los padres de la joven le preguntaron si sabía cómo localizar a estos dos sujetos con los que mantuvo relaciones sexuales, a lo que ella respondió que sí, les dijo que ellos le habían dado sus números telefónicos y direcciones. El padre de la joven, cuando obtuvo la dirección de los culpables, fue en busca de ellos con las autoridades para que se hicieran cargo de lo que habían hecho.
«No hay nada que hacer, ambos son culpables y ahora tienen que apechugar, tenemos mano con la Iglesia y no habrá problema para conseguir que ambos se casen con ella y cuiden de nuestra hijita y de nuestro futuro nieto», señaló el padre. Los muchachos piden que se hagan pruebas para que, por medio de los exámenes clínicos, se pueda definir quién de los dos es el padre y así saber a quién le toca hacerse responsable de lo ocurrido.
Comentarios