Los testimonios de quienes estuvieron presentes durante la llamada fueron fundamentales, sin embargo, será la Cámara de Senadores de los Estados Unidos la que tiene la decisión en sus manos y ahí los republicanos tienen mayoría. En todo caso, para que Donald Trump pudiera ser destituido se requieren al menos dos terceras partes de los votos de los senadores, lo que parece imposible.
De tal modo, aunque se llegara a comprobar que Donald Trump incurrió en abuso de poder y obstrucción de la justicia, los votos de la mayoría republicana lo protegerían. Cabe señalar que Trump es el tercer presidente en ser llevado a juicio político en los Estados Unidos. Uno de ellos fue Bill Clinton y el otro Andrew Johnson en el siglo XIX.