La verdad es que el pueblo veracruzano merece unas buenas vacaciones de este insulso gobernador, de ese infame secretario de Gobierno, de ese desagradable secretario de Salud, de esa espuria fiscal, de esa ridícula secretaria de Turismo, bueno, de cada uno de los miembros de un gabinete esperpéntico que sólo ha dado muestras de su ineficiencia.
Dice Cuitláhuac García que se va a poner a supervisar obras, y uno se pregunta, ¿cuáles obras? La obra pública del gobierno del estado ha sido nula, no hay nada que supervisar. Claro, a menos que se refiera a los reencarpetados de alguna calle, o a la mano de gato de los cruces viales, o al desazolve de algunas exclusas. Eso es lo que viene en su primer informe.