Un minuto de inconsciencia pueden provocar años de mucho dolor. Esto lo tiene muy claro ya el jugador de futbol Joao Maleck, quien después de salir de una fiesta ya muy de mañana, golpeó el auto de unos recién casados, quienes perdieron la vida en el accidente. El jugador ya pidió perdón a los familiares de las dos víctimas, aseguró que iba a pagar todos los daños causados y que pretendía compensar a las familias por las terribles pérdidas que sufrieron.
Pero nada surtió efecto y los familiares no retiraron la demanda. Es por ello que un juez ratificó la prisión preventiva para el jugador del equipo Santos, quien no pudo demostrar que cuenta con un domicilio fijo y tampoco demostró solvencia económica como para compensar económicamente a los deudos.
Ante ello el futbolista seguirá en prisión, hasta que se lleve a cabo su juicio que, al parecer, no tiene muy buen pronóstico. Lástima, un jugador tan prometedor el cual no pudo obtener el perdón de los familiares de las personas que en un accidente mató.
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