La verdad es que Jenni Rivera nunca fue un ejemplo a seguir; ella no pretendía serlo, ni de sus hijas. Todo mundo recuerda el escándalo de la hija de Jenni; la hija y el marido de la cantante tuvieron su romance. Después en un reality la señora pretendía dar consejos a las hijas como el de forniquen todo lo que quieran, siempre se podrán operar vez tras vez el himen.
Cabe recordar que el esposo de Jenni Rivera, el exbeisbolista Esteban Loaiza, fue detenido por tráfico de drogas. Entonces, con esos antecedentes, esas relaciones y esa manera de pensar, ¿por qué la televisión sigue glorificando a una mujer que decidió vivir su vida transigiendo las reglas, la moral y la ley?