Edgar Hernández* /
¡Cuento dominical!
Anda circulando por ahí en las “benditas redes”, como dirían los clásicos, una versión, digamos totonaca, de “Anonymous” en donde se revela que un localizado grupo de periodistas –entre ellos el que esto pergeña- recibe la friolera de 22 millones de pesos por madrear a Cuitláhuac García.
Sostiene además esa versión bizarra de Anonymous, que atrás del tinglado está el perversisimo Miguel Angel Yunes Linares, quien opera a través de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, la CEAPP.
He de confesar que nunca esperé que me descubrieran.
Creo que tampoco Claudia Guerrero y Armando Ortiz, enlistados por “Anonymous”.
Menos un tal “Güero Galindo” y los periodistas Salvador Muñoz, Lourdes López, David Varona, Luis Baqueiro y Rafa Martínez, también enlistados como beneficiarios de los 22 millones de pesos, a cambio –ese simple cambio- de criticar a la Cuarta Transformación y a su gobernante Cuitláhuac García Jiménez.
Y aunque aún no recibo mis 22 millones ¡te lo juro por Dios que me mira! he de decir que sí he cumplido.
Que he hecho mi tarea sin chistar y que aun cuando no conozco físicamente a la titular de la CEAPP, Ana Laura Pérez Mendoza, la admiraré, desde luego, a partir que me deposite.
Y que si alguna o muchas veces cuestioné y censuré y madree a la CEAPP, seguro fue de manera inconsciente o tal vez porque la confundí con la CEPAL o que se yo. No sé.
La denuncia de “Anonymous” supuestamente documentada a partir de la exigencia de un grupo de “periodistas de a pie”, que aún no se sabe si son porque escriben con las patas o porque no tienen Suburban para salir a reportear, sostiene que incluso miembros de la CEAPP –Jorge Morales, Luis Alberto Romero Herrera y Arturo Reyes- participan en la “campaña negra” contra el gober.
En realidad y no es por justificar, pero en esta época de crisis cualquiera de nosotros estaríamos dispuestos a criticar hasta la última cirugía de Alejandra Guzmán, por 22 millones de pesos.
Así pues, a través de estas líneas, quien esto escribe hace público su yerro por haber criticado tanto a Miguel Angel Yunes, no sabiendo de su noble de corazón y que a pesar de que nunca me ha caído bien y he escrito horrores en su contra, ha dispuesto de tan generoso dinero para mis chuchulucos.
Me arrepiento, señor Miguel.
Luego que reciba mis 22 millones –o lo que me toque siempre y cuando sean millones- seguiré mi lucha. Redoblaré mis críticas y dardos al mal gobierno y de pilón prometo – a Miguel, a la CEPAL, perdón CEAPP o lo que sea- arremeter con más ahínco en mis columnas políticas.
Y como muestra de mi disposición va, sin costo, un agregado en mis escritos, un regalito.
Prometo ir con todo en contra del atarantado de Hipólito Rodríguez, que tiene hecho un desmadre la ciudad. Eso va de bigote, sin costo extra a mis 22 millones.
Desde luego solo les pido de rodillas me cumplan con mis 22 millones, que yo no sé si serían mensuales o anuales, pero como sea los recibiré con la testuz abajo.
Y para los que hicieron ese video chafa –entre ellos para esa movida e ingeniosa colaboradora de comunicación social de no más de 1.20 de estatura, pero de gran imaginación- pues gracias, muchas gracias por incluirnos en los beneficios de ser chayoteros, pero chayoteros de los buenos, de los persistentes, de esos pitbull que no sueltan presa.
Prometo no cejar en tan jugosa tarea, nomás una cosita: no dejen de depositarme, sobre todo antes del 1º de enero, ya que el SAT va a revisar cuentas de ahorros y depósitos y la neta no voy a darles un quinto, vía impuestos, a esos rateros, que digo rateros, raterazos.
En fin.
¡Vaya pendejada la de Anonymous y quienes tan “inteligentemente” la gestaron!
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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