Al parecer los vecinos llamaron a la policía, que no se los quiso llevar. Por ello, y ante la impotencia, los vecinos amarraron a los jóvenes y los pasearon por las calles de la colonia con un cartel que decía: «Estas son ratas».
El propósito no sólo era mostrarlos a los vecinos para que se cuidaran de ellos, sino que los ladrones se enteraran de lo que les pasará en caso de que sean atrapados robando o cometiendo algún ilícito. Por supuesto, dentro de un estado donde la ley impere, son las autoridades las que deben sancionar este tipo de delitos; pero ante la omisión de las autoridades, los ciudadanos están tomando la justicia en sus manos.