Hoy la maestra disfruta de su libertad; hoy la maestra cobra fuerza en todo el país, sabe que en el momento oportuno, podrá saludar de mano a la gran mayoría de los maestros activos y jubilados, que esperan su regreso frente al sindicato más grande y poderoso de América Latina. Por cierto, los jubilados no han sido bien tratados por Cepeda Salas, por lo que serán pieza clave para que la maestra recupere el SNTE.
Por otro lado, los líderes que en este momento presiden el SNTE, saben que tarde o temprano tendrán que entregar cuentas al magisterio mexicano por su falta de arrestos y su vergonzosa traición al andar de promotores de la Reforma Educativa que avaló el difunto Pacto por México. No hay de otra, la nueva Ley Laboral ha puesto contra la pared a la camarilla de Alfonso Cepeda Salas, y aunque no quieran, tendrán que pasar por el riesgoso escrutinio de las urnas. Y para eso, ya falta muy poco.