«(Se han asegurado) en la aduana de Tijuana, en una botella de refresco, cartuchos ahí venían ocultos (…) esta otra (fotografía) es una plataforma de un tracto, en donde el carril central está como recipiente de todos esos cartuchos: 55 mil cartuchos, 53 cargadores, 12 aditamentos, 18 arma largas, es como pasan el armamento». A pesar del trabajo de México para acabar con el tráfico de armas, las personas encargadas de enviar las armas de alguna manera se las ingenian para que lleguen a territorio azteca burlándose así de las autoridades.
El general afirmó que se han encontrado armas escondidas en refacciones de automóviles, cajas de unicel y hasta en latas de chocolate en polvo. «Van embaladas en un televisor, en cajas de chocolate en polvo, en un equipaje, dentro de una lavadora, también un camión de volteo con doble fondo. También hay armas fabricadas con polímeros e inclusive hay unas (…) que simulan que son juguetes, pero son armas», dijo Luis Cresencio Sandoval González.