Las autoridades encargadas de apresar al Marro se encontraban listas, estaban seguros de donde se situaba y por donde llegar; la operación se había planeado para la madrugada y así poder agarrar dormido al Marro y quitarle la oportunidad de escapar. Sin embargo, alguien alertó a José Antonio Yépez. Sin tiempo para prepararse, el Marro tuvo que salir corriendo a toda velocidad si no quería ser atrapado.
Las personas que viven por esa zona, relatan que las calles de Guanajuato en esa madrugada estaban llenan de policías y miembros del Ejército Mexicano, pero el Marro se despertó antes y no le quedó de otra más que brincarse una barda y huir al monte. «Todo golpeado, cojo de un pie y en mal estado físico», describieron testigos al Marro. «Se aventó de una barda y tuvo dificultad al correr, lo vimos en calzones y sin camisa», así lo relató una mujer que estuvo presente en la huida del líder huachicolero.