Los medios que critican al gobierno estatal, los luchadores sociales y cualquier ciudadano que ose levantar alguna crítica contra el gobernador o contra su secretario de gobierno, lo habrán de pensar dos veces. Y es que la rebatinga por el poder está cabrona en el gobierno del hijo del profe Atanasio. El caso de Éric Cisneros, un personaje que no es ni veracruzano, está crítico. No se conformó con poner a la fiscal espuria, ahora coloca a una incondicional en la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz. De manera que no se puede esperar una justa aplicación de la justicia en Veracruz, si los titulares de dos dependencias claves tendrán la marca Bola 8.
Tenga por seguro que habrá una notable inclinación a favor de los amigos y miembros del gabinete de Cuitláhuac García. En estas condiciones podemos decir que los allegados al secretario de Gobierno tendrán vara alta en lo que respecta la aplicación de la justicia. Lo cierto es que no se puede tapar el sol con un dedo, los veracruzanos son testigos de cómo todo el estado se va cubriendo de una capa de impunidad y todo por la falta de arrestos de un gobernador que no le puede marcar un alto a su propio secretario de Gobierno.
Sin embargo, si usted piensa que en el centro del país no están enterados de estas jugarretas y maromas políticas que hace Éric Cisneros, está usted viviendo en el error. Se sabe que hay muchos ojos puestos sobre la manera de hacer las cosas en tierras jarochas, incluidos los del número uno. Así que tenga por seguro que tarde o temprano la paciencia presidencial marcará un hasta aquí.
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