Ahora podrían hacerse del circo romano… jarocho

Cuitláhuac García Jiménez y sus incondicionales en los tres poderes del Estado; sus apologistas lo celebran FOTO: WEB
- en Opinión

Arturo Reyes Isidoro / ¡Caramba! Bien dice el dicho que cuando Dios da hasta los costales presta.

En “Prosa aprisa” de ayer comenté cómo el cuitlahuismo ha logrado poner ya bajo su control todo el poder del Estado –los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Y ahora, ¡ay!, las circunstancias se le están dando para que también pueda manejar, si así lo desea, el circo romano con el que tendría entretenida a la población para que se olvide de los problemas.

Que se tenga memoria o registro documental alguno, nunca antes en su historia Veracruz había vivido una crisis como la de ahora (inseguridad, desempleo y un largo etcétera), que incluye hasta su equipo de futbol, crisis tan grave que ni pan y circo hay para tener contenta y distraída a la afición electoral.

Acudo a la enciclopedia libre Wikipedia para ir al significado de la frase “al pueblo pan y circo”.

Ahí se dice que panem et circenses (literalmente “pan y circo”) es una locución latina peyorativa de uso actual que describe la práctica de un gobierno que, para mantener tranquila a la población y ocultar hechos controvertidos, provee a las masas de alimento y entretenimiento de baja calidad y con criterios asistencialistas. Recuerda que esta frase se origina en Roma, en la Sátira X del poeta romano Juvenal. En su contexto, la frase en latín panem et circenses (“pan y juegos del circo”) era dada como la última atención del pueblo romano, que había olvidado su derecho de nacimiento a involucrarse en la política.

“Juvenal muestra su desprecio por la decadencia de sus contemporáneos romanos. Los políticos romanos visualizaron un plan en 140 a. C. para ganar los votos de los pobres. Al regalar comida barata y entretenimiento, los políticos decidieron que esta política de ‘pan y circo’ sería la forma más efectiva de subir al poder”.

Un fragmento de las Sátiras X del poeta dice: “… desde hace tiempo —exactamente desde que no tenemos a quien vender el voto—, este pueblo ha perdido su interés por la política, y si antes concedía mandos, haces, legiones, en fin todo, ahora deja hacer y sólo desea con avidez dos cosas: pan y juegos de circo”.

De acuerdo a Wikipedia, Juvenal hace referencia a la práctica romana de proveer trigo gratis a los ciudadanos romanos así como costosas representaciones circenses y otras formas de entretenimiento como medio para ganar poder político a través del populismo.

“Julio César mandaba distribuir el trigo gratuitamente, o venderlo muy barato, a los más pobres, unos 200.000 beneficiarios. Tres siglos más tarde, Aureliano continuaría la costumbre repartiendo a 300.000 personas dos panes gratuitos por día” (¡y creemos que lo que está haciendo López Obrador con sus programas sociales es nuevo!).

Fidel y Javier, maestros del pan y circo

En Veracruz, herederos de Julio César y de Aureliano, dignos herederos, con maestría y doctorado en la práctica, fueron en especial los últimos dos gobernadores priistas que ha habido: Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa.

Obsesionados ambos por disminuir el poder, o si acaso eliminarlo, de su archienemigo personal Miguel Ángel Yunes Linares (como ahora lo está también Cuitláhuac García Jiménez respecto al panista), buscaron controlar electoralmente las plazas de Veracruz puerto y Boca del Río.

Para tratar de derrotarlo en las urnas de tal forma que no obtuviera ningún cargo o representación, buscaron atraer para su causa política a los votantes de esos distritos ofreciéndoles espectáculo: el de los Tiburones Rojos de Veracruz.

Llegaron a tal extremo que si entre las señoras repartían despensas en las colonias, a sus esposos e hijos les regalaban boletos para que pudieran entrar gratuitamente a ver los partidos. Ellos asumían el costo en componenda con el dueño del equipo, al que a cambio le dispensaban el pago de impuestos y le daban todas las facilidades para que hiciera negocio con cargo al erario, es decir, a nuestros impuestos.

En los últimos años el dueño ha sido el priista Fidel Kuri Grajales, quien mañana jueves podría perder la plaza si la Federación Mexicana de Futbol decide expulsarlo al desafiliar al equipo por una serie de escándalos y anomalías que lo han caracterizado, así como un mal manejo de los Tiburones que llevaron a la oncena a obtener records vergonzosos y humillantes en todo el futbol mundial.

Durante el sexenio de Duarte, hubo un momento en que Kuri coqueteó abiertamente con Yunes porque no le dieron una posición política que quería. Por entonces logró el ascenso a la Primera División de su equipo de futbol Reboceros de La Piedad, Michoacán, hacia donde había emigrado mientras el puerto estaba ayuno del deporte de las patadas.

El 19 de mayo de 2013 cuando logró el ascenso, eufórico ofreció a los aficionados michoacanos que el equipo se mantendría y que no sería puesto a la venta, pero apenas quince días después ya había cambiado de opinión para trasladarlo al puerto jarocho, lo que entonces desató una revuelta entre la afición de aquel lugar.

Traer a los Tiburones costó 30 millones de pesos

¿Qué lo convenció? ¿Qué lo hizo cambiar de opinión? En el transcurso de un desayuno, el entonces gobernador Javier Duarte platicó a un grupo de columnistas que para calmar su enojo porque no le habían dado aquella posición política que quería y buscar un acercamiento, lo invitó en la Ciudad de México a echarse unos tragos que terminó en una verdadera papalina, que era lo que pretendía. Ahí le sacó el compromiso de regresar el futbol profesional a Veracruz.

Duarte necesitaba el pan y circo para el electorado porque Yunes era una amenaza que quería arrebatarle al PRI el poder y necesitaba derrotarlo. Para asegurar que Kuri no se echara atrás, le ofreció regalarle treinta millones de pesos y darle todas las facilidades. El resto de la historia ya se sabe y seis años después el fin de Kuri en el futbol profesional parece haber llegado a su fin.

Y aquí es donde se le presenta al cuitlahuismo la gran oportunidad (la ocasión la pintan calva, dice el dicho) de relevar al PRI en el manejo político de uno de los deportes más populares del mundo, el futbol, esto es, para darle a la afición jarocha y veracruzana pan y circo si decide quedarse con el equipo o aliarse con un socio que lo maneje y con el que pueda entenderse.

El posible socio ya lo hay. En forma insistente, desde que se empezó a manejar la versión de que echarán a Kuri del máximo circuito, Hugo Sánchez alzó la mano para entrarle al quite, y si las circunstancias se dan, un buen día podríamos ver entrar al estadio Luis “Pirata” Fuente a Hugol flanqueado por Cuitláhuac García Jiménez y Eric Cisneros Burgos, en medio de la aclamación de la fanaticada, a la que le regalarían playeras con el color de Morena, en una nueva versión del priismo redivivo, una raya más al tigre morenista que está reviviendo y adoptando todas las prácticas del PRI, sus vicios y viejas mañas.

El cuitlahuismo, pues, controlado ya todo el poder del Estado, se haría dueño también del circo romano… del puerto jarocho. Dicen que cuando la suerte favorece a alguien es porque no se baña. ¿Fuchi, guácala? Será el sereno pero acá les está resultando.

La editorial de la UV, en la FIL de Guadalajara

La mejor representación está teniendo la Universidad Veracruzana, su Editorial, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Allá participan el director de la Editorial,

Édgar García Valencia; el coordinador de la Feria Internacional del Libro Universitario de la UV, Germán Martínez Aceves; el coordinador de Derechos de Autor, Jesús Guerrero García; y Lino Monanegui, también del área de la Feria Internacional del Libro de la UV.

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