En fin, reportes desde muy temprano señalaron la inconformidad de los trabajadores de confianza de las diferentes dependencias de gobierno, pues a pesar de que ellos pagaron los autobuses, no a todos les consiguieron autobuses de lujo, o al menos con baño y buen aire acondicionado.
De tal modo que, en este día, los empleados obligados a ir al festejo de López Obrador tendrán que pasar al menos ocho horas o quizá hasta 10 en el ida y vuelta a un festejo al que sólo los quieren para echar porras, para hacer quedar bien al gobernador Cuitláhuac García quien al parecer ya cayó de la gracia del presidente de México.