Otro caso en el que se vio involucrado el juez Mosco fue el de la violación de una joven por parte de un médico que supuestamente la iba a examinar por una enfermedad renal. La joven rindió su testimonio acusando a Agustín “N”, doctor que la había tratado, como su violador. Pero la defensa arguyó que la joven estaba loca y que era drogadicta.
El juez Mosco, que debió evitar la revictimización de Wendy “N”, finalmente decidió que no hubo violación, sólo abuso sexual, lo que permitió al agresor salir libre después de pagar una fianza. Por supuesto, cada una de estas sentencias que terminan beneficiando al agresor tienen un precio; ganancias para el juez que las dicta, y muerte para las víctimas que no ven justicia.