Corresponde al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) dar a conocer los datos oficiales sobre la incidencia delictiva. Para ello se vale de estadísticas y datos que cada estado le proporciona, pero además datos que ellos mismos recopilan. El SESNSP brinda esos datos una vez que ha pasado el mes analizado. Los datos de septiembre los da en octubre, los de octubre en noviembre y los de noviembre en diciembre.
No obstante, la fiscal espuria de Veracruz, Verónica Hernández Giadáns, a pesar de que no termina noviembre, ya está lanzando las campanas a vuelo anunciando que en noviembre los índices de secuestro en Veracruz «han disminuidos considerablemente en el mes de noviembre por debajo de la media nacional». Esto lo informó enfrente del gobernador Cuitláhuac García, de la misma manera que Xóchitl Arbesú le informara que el turismo internacional había crecido en un 331 por ciento en Veracruz.
Por supuesto esas cifras alegres ni ella se lo cree. Sólo habría que recordarle que, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en comparación a 2018, en Veracruz en 2019 aumentó en más del 100 por ciento el número de víctimas por secuestro y esa estadística no se revierte en un mes ni en dos, sino que tendría que pasar un año entero para compararlo.
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