Nadie lo soporta. Muchos funcionarios del gobierno actual preferirían verlo lejos de Veracruz. Pero el gobernador necesita alguien sin escrúpulos, alguien sin honor para la Secretaría de Gobierno. El día de su comparecencia, Éric Cisneros, secretario de Gobierno, sólo fue a exhibir su cinismo, su indecencia. Como alguien que sólo ha provocado discordia es capaz de decir que en Veracruz «la paz social se ha logrado restablecer gracias a la coordinación efectiva de las fuerzas de seguridad federales, estatales y municipales, que de manera permanente, eficiente y eficaz, han recuperado su afinidad de principios para garantizar el orden público».
¿Pues en qué planeta vive? Todavía, a pesar de que un día antes se acusó a una de sus empleadas por acoso a periodistas, se atrevió a decir: «En el presente gobierno, velamos por el respeto a los derechos humanos, las garantías constitucionales, la justicia social y la participación ciudadana para asegurar la gobernabilidad democrática y abatir la corrupción».
Por supuesto, la realidad es lo que pone a estos cínicos en su lugar. Sólo su parafernalia de voceros comprados se atrevería a señalar que la labor del secretario de Gobierno es impecable. Parafraseando las escrituras podemos afirmar que todo árbol excelente produce fruto excelente, pero todo árbol podrido produce lo que sucede en Veracruz.
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