Y todavía, para que quede más claro, Kovalev confiesa: «En las condiciones en que acepté la pelea, en la categoría de peso y tiempo de preparación, esta victoria no era posible… el deporte profesional es un trabajo. No estoy en este deporte por medallas o premios. Estoy en este deporte para ganar (dinero). Sería una tontería rechazar una oferta económicamente tan ventajosa. Por supuesto que la acepté».
Todo esto echa por abajo al ídolo de barro mexicano, cuya empresa de boxeo de Óscar de la Hoya “Golden Boy”, ha hecho creer que es un buen peleador, que es invencible, que sus peleas son legales. Esperemos que las comisiones mundiales de boxeo tomen cartas en el asunto y sancionen a esa empresa y quiten los títulos a un peleador que se los ha ganado a base de trampas. ¿Usted qué opina?