Nadie trabaja por amor al arte, todo trabajador es digno de un salario, dice hasta la propia Biblia. Y es que el subsecretario de Educación Básica, Marcos Bucio, aseguró que a raíz de la aprobación de la nueva Reforma Educativa, los maestros del país tienen un marco jurídico que les permitirá tener una mejor capacitación y un mejor desarrollo profesional. Hasta ahí todo bien, sin embargo, el subsecretario indicó que actualmente todos, maestros y servidores públicos, deben participar en el cambio profundo que se lleva a cabo para el aprendizaje de las niñas y niños, adolescentes y jóvenes en el país.
Y es seguro que los maestros participarán en ello, no obstante, la promesa del presidente de elevar sus salarios es un tema pendiente. Es cierto que hay un comité de negociación por parte del SNTE, sin embargo, su blandengue postura para pedir un digno incremento, brilla por su ausencia. Un estudio de la OCDE revela que existe una gran brecha entre los docentes más altos y los peor pagados del mundo.
De acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el salario inicial para un maestro de escuela primaria sin experiencia en México es de aproximadamente 18 mil dólares al año (156 mil pesos), mientras que la percepción máxima para un profesor con experiencia es de 37 mil dólares. Por esa razón, si de verdad quiere el Gobierno Federal revalorizar el magisterio, primero se tendrán que poner las bases para que, a más tardar el próximo mes de mayo, el magisterio mexicano pueda recibir un salario digno.
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