Para la mala fortuna de las mujeres del país, según encuestas recientes, México ocupa el primer lugar en delitos de abuso sexual a menores. De acuerdo con información del Senado de la República, de las 32 entidades, sólo 7 toman como delito grave la pederastia, los 25 restantes no cuentan con una legislación que garantice castigo a las personas que abusan de un niño o niña. Erika una joven médica narra cómo fue violada por su tío y sus amigos, comentando que primero fue solo él, y después abusaron de ella diez trabajadores de la empresa de su familiar.
De acuerdo a información de El Universal, Erika, una joven de 28 años, sufrió desde piropos, agresiones en transportes públicos, acoso escolar, hostigamiento laboral, y lo peor ser violada por uno de sus tíos. «Primero fue él, luego uno de sus trabajadores, luego otro y llegó un momento en el que fueron hasta diez hombres quienes abusaron de mi». La doctora no dijo el nombre de su familiar debido a que, pasados los años, aun siente temor que aparezca en su casa y le vaya a hacer algo malo.
Erika narra que su tío vio en ella un negocio rentable pues recuerda que su tío la llevaba a una bodega donde varios hombres llegaban a pagar mucho dinero para estar con la menor. Para su mala o buena fortuna Erika dejó de ser abusada sexualmente cuando cumplió trece, ya que a esa edad su tío le dijo que ya no servía para eso, pues él, según la doctora sólo viola niñas. «El dejó de cometer esos delitos porque comencé a ser más grande y sólo viola niñas. Cuando tenía 13 años escuche en medio de una agresión que ya estaba grande, que ya no servía para eso. Fue así como las agresiones empezaron a disminuir».
A pesar de que habían pasado más de diez años, Erika fue a la Fiscalía de Delitos Sexuales para levantar una denuncia, pero ya estando ahí, la fiscalía le puso trabas a la joven como «¿por qué quieres denunciar si ya paso tanto tiempo? ¿Estás seguras que quieres seguir adelante con esto?» Incluso su abogado de oficio cuestionó si quería seguir adelante con la investigación.
Pero para la mala fortuna de Erika la historia casi siempre se repite, pues hace algunos meses su antiguo jefe intentó violarla en el hospital donde trabajaba siendo salvada por uno de sus compañeros. No obstante, con todo y retrasos de la fiscalía, ella a sus 28 años, seguirá con la denuncia, porque Erika está segura que su tío sigue abusando de niñas pequeñas, y no parará hasta que alguien lo detenga.
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