Planea tus compras. La mejor manera de generar ahorros reales es tener claro qué necesitas, qué es más prioritario adquirir y tener una lista de necesidades en mano puede ser un buen inicio para comprar.
Presupuesta y elige la mejor forma de pago. Al tener claro cuánto puedes gastar tus compras serán inteligentes y estratégicas, y si vas a pagar con tarjeta considera tus fechas de corte y de pago para que liquides lo que compraste lo más pronto posible y elimines o reduzcas el pago de intereses. Si vas a recurrir a los meses sin intereses, es recomendable que sean para bienes duraderos y cuya vida útil sea mayor al periodo de pago.
Piensa si realmente lo necesitas. Si vas a ir a un centro comercial debes pensar si realmente tienes algo que comprar. Si nada más vas a ir a pasearte y no necesitas nada no vas a «ahorrar», sólo vas a hacer un gasto con descuento.
Compara precios antes de ir. Por mucho que la tienda promueva descuentos, esto no quiere decir que esos descuentos sean reales, por lo que, si comparaste antes los precios, podrás entonces hacer una buena compra; en caso contrario estarás comprando a ciegas.
Busca tecnologías para ahorrar energía. Desde focos ahorradores hasta cambiar tu refrigerador viejito y que gasta mucha electricidad por uno nuevo de bajo consumo, puedes encontrar artículos que hagan tu hogar más eficiente y se refleje en tu recibo de luz el próximo año.