Fue en abril de 1980 que se publicó en el Diario Oficial el reglamento de Asociaciones de Padres de Familia, esto en el gobierno de José López Portillo. Entre los objetivos de esta asociación está el «cooperar en los programas de promoción para la salud y participar coordinadamente con las autoridades competentes en las acciones que éstas realicen para mejorar la salud física y mental de los educandos, la detección y previsión de los problemas de aprendizaje y el mejoramiento del medio ambiente».
Queda pues claro que las asociaciones de padres de familia tienen voz en el conflicto que el secretario de Educación, Zenyazen Escobar, creó a partir del convenio de exclusividad que firmó con la marca de refrescos Pepsi. Esteban Pablo Rodríguez Ortega, presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia de Veracruz, señaló que se están preparando una campaña informativa para dar a conocer a los padres de familia las consecuencias en la salud de consumir bebidas azucaradas de cualquier marca, incluyendo las que distribuye Pepsi.
Por supuesto, el secretario de Educación en ningún momento se acercó a esta asociación para pedir el consentimiento, la asesoría o el apoyo; sabía que apoyo y consentimiento no lo iba a tener. El propósito de esta campaña informativa es evitar que los jóvenes consuman bebidas azucaradas que pongan en riesgo su salud. En pocas palabras, esto es un boicot al convenio de exclusividad con Pepsi que el secretario firmó y que le generó una millonaria ganancia a sus bolsillos.
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