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Rosario Piedra Ibarra no tuvo la congruencia de Rosario Ibarra de Piedra; la madre no aceptó la “Belisario Domínguez”, la hija acepta una CNDH de manera ilegítima

¿Y cómo para qué sirve ser presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) si se hace pasando por encima de los Derechos Humanos? ¿De qué sirve ser la defensora de las personas, si como persona no pudiste defender la legitimidad de tu nombramiento? Parecía todo menos Senado de la República, parecía un ring de lucha, un campo de batalla, pero también parecía un tugurio, un antro donde los parroquianos se peleaban por la ramera más barata del lugar, y esa ramera es la legitimidad, una prostituta que sí tiene precio.

Hace unos días se otorgó a Rosario Ibarra de Piedra la medalla “Belisario Domínguez”, el más alto honor que rinde el Senado de la República a un mexicano. Pero Rosario Ibarra de Piedra lo rechazó, envió a su hija para que leyera una carta de agradecimiento, pero no.

Por los muchos años de lucha, Rosario Ibarra merecía esa distinción, pero la rechazó precisamente porque los Derechos Humanos en el país no avanzan. Pero su hija, Rosario Piedra Ibarra acepta una Comisión Nacional de Derechos Humanos ilegítima, conseguida con las trampas de los morenos. ¿Así, para qué sirve ser comisionada de algo?

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