La empresa australiana de biotecnología, llamada Imugene, es la responsable de este invento. El profesor Yuman Fong, experto en esta enfermedad, espera que se pruebe muy pronto en pacientes con cáncer de mama, pulmón, vejiga, melanoma, así como gástrico e intestinal, esperando que tengan los mismos resultados que con los ratones.
Asimismo, el profesor Fong explicó que, durante las pruebas con los ratones, pensó que el virus, al tener la capacidad de aniquilar una enfermedad tan mortal como el cáncer, al ser inyectado en un humano, podría acabar con la vida de la persona, aunque como síntoma secundario, los roedores sólo experimentaron un resfriado común.