Sin que se lo esperara, esta semana Antonio García Reyes será quien ocupe la curul de Juan Carlos Molina, diputado asesinado el día sábado por un comando que, de acuerdo con las investigaciones, ya lo esperaba afuera de su casa. La llegada de Antonio García Reyes podría cambiar el balance que existía en el Congreso, sobre todo porque Juan Carlos Molina dejó de ser priista para convertirse en diputado independiente.
Seguramente los morenistas ya andan husmeando al próximo diputado para jalarlo hacia su bancada, con eso de que García Reyes sabe negociar, no le va a costar trabajo aceptar lo que los de Morena le ofrezcan. Aunque se esperaría que, como homenaje al diputado caído, él debería ser también independiente y opositor a un régimen caprichoso y obtuso.