A pesar de que la FIFA trabaja para que se acabe el racismo, apoyar la salud y fomentar el deporte, así como ser una mejor persona, esto está un tanto lejos de hacerse realidad. En las canchas para futbolistas semiamateurs es común ver que un perro o algún otro tipo de animal entre en la cancha, y la solución es simple (muy simple de hecho): sólo coger al animal y sacarlo de la cancha de juego. Ivan Gazdek, un futbolista semiprofesional de 23 años, mató a un pollo a patadas sólo porque interrumpía el juego.
Pues para el jugador croata, era más importante patear una pelota que la vida de un animal que solo se había salido de un gallinero. El jugador correteó a un grupo de gallinas y dio varias patadas logrando darle a una, la cual terminó matándola, tras esto el jugador sólo la aventó al otro lado de la cancha.
Luego de esto, el árbitro le sacó tarjeta roja a Ivan Gazdek por conducta antideportiva. La ONG Amigos de los Animales denunció «el acto vergonzoso y el comportamiento cobarde del jugador hacia un animal inocente que murió pateado, sufriendo». La organización animalista demandará al jugador por acto criminal y por matar y/o torturar a un animal indefenso.
Sin embargo, el futbolista croata se defendió ante los medios alegando que, según él, es un protector de animales, argumentando que tiene animales en casa, y que no tuvo intención de matar al pollo, pero en el video se ve otra cosa: «Corrí detrás de los pollos para echarlos de la cancha, solté una patada y lo maté accidentalmente. Los pollos entraban constantemente en el terreno de juego e interrumpían el partido. La cancha estaba llena de excrementos, no era higiénico», declaró.
