Pese a la captura de Joaquín el Chapo Guzmán y a su sentencia a cadena perpetua en los Estados Unidos, el poderío del Cártel de Sinaloa no ha sido disminuido, ya que aunque surgieron cruentas disputas por el liderazgo de la organización, quedó en manos del capo Ismael el Mayo Zambada y de al menos tres de los hijos de Joaquín Guzmán Loera: Iván Archivaldo Guzmán, Alfredo Guzmán y Ovidio Guzmán López, conocidos como los Chapitos.
Debido al rápido avance del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), organización comandada por Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho, el Cártel de Sinaloa se ha visto en la necesidad de realizar nuevas alianzas, incluso, con sus rivales.
Es el caso de Michoacán, donde el Cártel de Sinaloa unió fuerzas con Rafael Caro Quintero, así como con integrantes del Cártel del Golfo, Los Zetas entre muchos otros, quienes aceptaron financiar y respaldar al Cártel de Santa Rosa de Lima, liderado por José Antonio Yépez, alias el Marro, para sacar al Mencho de esa entidad, su tierra natal. La nueva agrupación lleva por nombre Cárteles Unidos.
