Brenda Caballero / La noticia corrió como reguero de pólvora. El que corrió la noticia cumplió su cometido: todos los medios ya mencionaban “la Detención de Karime Macías en Reino Unido para su extradición a México”. Del mismo modo ya estaba en redes sociales. Durante varias horas el tema central de conversación era Karime Macías Tubilla. Lógicamente, todos y todas en contra de ella.
¿Será posible que ahora sí traigan a Karime para que enfrente los procesos que tiene en su contra?
¿Será que ahora sí merezca la cárcel? ¿Tendrá algo que ver que Javier Duarte haya dejado de tuitear?
Conforme fueron pasando las horas, el abogado de Karime y también de Javier Duarte, Marco Antonio del Toro, aclaraba vía telefónica que fue ella misma la que se presentó voluntariamente a las nueve de la mañana para la audiencia de solicitud del proceso de extradición a México.
Hay que aclarar dos cosas: ni la detuvieron ni se presentó voluntariamente, pues según el mismo abogado desde el viernes pasado se le había notificado una orden de presentación en donde se le notificaría la orden de aprehensión girada por la Fiscalía del Estado de Veracruz y ejecutada a través de la Cancillería del Gobierno Mexicano en coordinación con la Fiscalía General de la República. Recordemos que desde 2018 el aún gobierno de Peña Nieto “hizo la solicitud de la ficha roja” previo video de la forma de vida de Karime allá en Londres, a lo que de inmediato Macías Tubilla solicitó asilo político, ya que se dijo perseguida por el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes.
La audiencia continuó; mientras, acá en México, todos haciendo conjeturas, pues no circuló información oficial. Lo que se conoció fue precisamente por el mismo abogado de Macías quien además afirmó que no hay sustento jurídico en las demandas contra su clienta realizadas por el entonces fiscal Jorge Winckler Ortiz.
Y seis horas después, dijeran por allí, nos quedamos vestidos y alborotados con la extradición de Karime, pues la periodista Danielle Dithurbide confirmaba la información de que el juez británico le permitiría a Karime enfrentar su proceso en libertad, pero con restricciones como el no salir de aquel país ¡vaya castigo! Si es precisamente lo que ella estaba buscando.
Además, Karime tuvo que pagar una fianza de 150 mil libras esterlinas, algo así como 3 millones 689 mil 733 pesos mexicanos. ¡No que no tenía dinero!
Después de estas seis horas de emocionar a los mexicanos, la controversia aumentó. ¿Acaso una caja china ante la caída de Pemex o la inundación de Dos Bocas? ¿O es tan solo un “estate quieto” a Javier Duarte que ya se sentía asesor en materia de seguridad del gobernador Cuitláhuac García?
Lo cierto es que después de este alboroto volvió a salir hasta la historia de amor de Karime y Javier Duarte. No cabe duda que a los mexicanos nos siguen dando historias telenovelescas para calmar nuestros ánimos.
Seguramente las denuncias presentadas contra Karime por el saqueo al DIF Estatal no prosperen; seguramente las carpetas estén mal integradas o se argumente que ella no firmó absolutamente nada que la comprometiera con el desvío de recursos públicos. Puede ser verdad. Lo que sí es cierto es que ahora que anda muy filosa la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público y tomando en cuenta la millonaria multa pagada para seguir el proceso en libertad, además de la denuncia interpuesta por el anterior gobierno federal por defraudación fiscal, Karime pudiera ser un caso para el Batman de la 4T: Santiago Nieto Castillo.
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