La defensa de los derechos laborales es una tarea que recae principalmente en los sindicatos. Cuando el trabajador es víctima del patrón, recurre a su secretario general para que éste sirva como un dique de defensa contra los atropellos de los derechos laborales. No obstante, en muchas ocasiones, los líderes sindicales trabajan en común acuerdo con los gobiernos o con los patrones. Desde la aplicación de la mal llamada Reforma Educativa del gobierno anterior, los maestros sufrieron abusos y fueron humillados por un gobierno represor. Muchos fueron literalmente obligados a evaluarse, algunos fueron trasladados a sus sedes de evaluación como delincuentes, otros maestros permitieron que fueran transportados en helicópteros y patrullas.
Durante un sexenio, el SNTE, bajo la tutela de Juan Díaz de la Torre, desde luego con la venia del actual secretario Alfonso Cepeda Salas, dejó y permitió, con conocimiento de causa, que el Gobierno Federal arremetiera una brutal embestida contra el magisterio. Finalmente, los maestros disidentes ganaron la batalla. Sin embargo, quedó muy grabada en sus mentes la cobarde actuación de un sindicato de hierro que tenía los pies de barro.
Hoy que la mal llamada Reforma Educativa ha caído, Alfonso Cepeda Salas y los más de 60 seccionales asoman la cabeza, han dejado su cobardía y su conveniencia presentándose como garantes en la defensa de los derechos laborales. No obstante, los maestros ya no les creen ni les tienen confianza. Hoy el SNTE de Cepeda es un tigre de papel, ya no controlan a los maestros, es más, ellos mismos pueden controlar ni su propio esfínter.
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