Todos esperaban que ese dinero ayudara a combatir la enfermedad degenerativa del pequeño Joao, sin embargo, el padre de 37 años retiró buena cantidad de ese dinero y se fue a la ciudad de Salvador en el estado de Bahía, donde se gastó el dinero en droga y prostitutas.
Finalmente, el pequeño Joao Miguel murió. La esposa de Matheus Enrique fue quien denunció al padre, quien dijo que ese desalmado retiró dinero de la cuenta para la enfermedad de su hijo y se lo fue a gastar en droga y prostitutas. A su llegada de Salvador de Bahía, el insensible padre se enteró de la muerte de su hijo y también de su arresto.