Debido a todo lo que ha ocurrido en las últimas semanas, como la masacre del 17 de octubre en Sinaloa, donde los miembros del Cártel de Sinaloa (CDS) rescataron a su nuevo líder Ovidio Guzmán, el hijo del Chapo Guzmán, se nota que ya no son simples sicarios, ahora están catalogados como un temido ejército sanguinario, los cuales en la actualidad están bien armados y adiestrados. Años atrás se sabía que el CDS eran matones buenos para disparar y leales al Chapo, pero la pelea que han tenido con los Zetas, los obligó a formar un grupo de élite dedicado a proteger a sus líderes y a sus familiares.
Tras investigaciones realizadas por las autoridades, se dice que el Cártel de Sinaloa están siendo entrenados por desertores del Ejército Mexicano, también el entrenamiento que han llevado con mercenarios de países de Medio Oriente. Tienen campos de entrenamiento. Están entrenados en el manejo de distintos tipos de armas, conocen muy bien las tácticas profesionales de un mercenario, son mejores en estrategias y en armamento.
Con el paso de los años se ha creado un grupo criminal capaz de planificar operativos de evasión como el que hicieron en Sinaloa, se sabe que también manejan operaciones en otras ciudades. El Cártel de Sinaloa, a medida que el Mencho ha sido el foco de atención en el país, se han mantenido de un perfil bajo, pero el día 17 de octubre, tras el rescate de Ovidio Guzmán López y la matanza planificada en Sinaloa, demostraron que el país es de ellos. Demostraron que pueden sacar a las fuerzas mexicanas de un estado porque se sientes seguros de sus armas y sus estrategias.
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