Son muchas las discordias que el secretario de Gobierno, encargado de la política interior de Veracruz, ha originado. No sólo con los miembros de los partidos de oposición, o con quienes considera enemigos del gobierno, sino con los propios militantes de Morena. Una de las primeras disputas fue con el diputado Magdaleno Rosales, de su propio partido, Morena, quien dijo que Éric Cisneros tenía metidas las narices en el Congreso a tal grado que el presidente de la Junta de Coordinación Política era su “pelele”.
Ahora es el diputado federal Humberto Pérez Bernabé, quien acusó al Bola 8 de tener las manos metidas en la elección de delegados que se celebró el pasado domingo. Esos dichos tienen respaldo y ya la diputada federal Claudia Tello Espinoza salió a decir que respaldan los dichos del diputado de Papantla, pues el proceso que se viviera el domingo fue un proceso sucio.
Ella dice que tienen pruebas de que hubo intervención de miembros del gabinete de Cuitláhuac García, cuidadosamente exime al gobernador de culpa alguna, pero sí señala que hubo funcionarios que metieron las manos en la elección. El que metió hasta los codos fue el secretario de Gobierno, y harían bien en presentar las pruebas que tienen para poner en su lugar a ese hampón que despacha en Palacio de Gobierno.
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