Pero cheque usted la manera elegante que tiene la Cuarta Transformación de decirlo: «Con fines disuasivos se dispersó una dosis moderada de aerosol defensivo natural en el ambiente que no puso en riesgo la vida de ninguna persona». Pero, ¿a quién se le ocurre usar gas lacrimógeno en contra de la gente que busca audiencia con el presidente López Obrador, y más si son alcaldes o diputados con fuero.
Ahora los diputados salieron a decir que México ya es como Venezuela: «No podemos dejar pasar esto, esto es un escándalo a nivel internacional, donde el gobierno de la República les avienta gas lacrimógeno a los y las presidentas municipales. Esto lo hemos visto ya en países como Venezuela… y sabemos lo que está pasando en Venezuela». ¡Están viendo que el chamaco es chillón y todavía van y lo pellizcan!